ZELAYA JUSTIFICA INSURRECCIÓN ANTE GOBIERNO DE FACTO




GUATEMALA (AP) - El depuesto mandatario hondureño Manuel Zelaya aseguró en Guatemala que "el pueblo hondureño tiene derecho a la insurrección" para expulsar al presidente de facto Roberto Micheletti.
"No dejen las calles, que es el único espacio que no nos han quitado, el pueblo tiene derecho a la insurrección, la huelga, las tomas, la manifestación", dijo Zelaya en una rueda de prensa junto al presidente guatemalteco Alvaro Colom.
Enfatizó que "no me he rendido, ni me pienso rendir... estamos preparando mi retorno, no les diré la hora ni el día para no alertarles".

"Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, que toma el poder a través de las armas y el pueblo tiene derecho a la insurrección para oponerse a las medidas. La insurrección es un proceso legítimo que forma parte de los conceptos más elevados del sentido de la democracia", insistió.
En cuanto a la posibilidad de adelantar las elecciones en su país como una solución a la crisis dijo, "si quieren hacerlas mañana las pueden hacer... pero creo que han sido claros los presidentes en ese sentido que no van a reconocer ningún sistema político surgido del régimen de facto. Sería la prolongación del régimen de facto", explicó.

Las declaraciones llegan el mismo día que el presidente costarricense Oscar Arias convocó para el sábado a las comisiones de ambas partes para reanudar las charlas que buscan una solución a la crisis política.
Zelaya dijo que espera que los "golpistas depongan su actitud cínica y brutal", durante las reuniones, a las que confirmó, no acudirá en persona.
"Lo único que se puede negociar es el tiempo y la hora de salida de los golpistas", destacó.
El lunes mientras se encontraba en Managua, Zelaya manifestó que si no se cumplen sus exigencias, tomará otras medidas, pero en Guatemala no respondió las preguntas sobre qué acciones concretas tomará si no se respeta su llamado.

"Entiendo el deseo del presidente Zelaya de poder regresar y reinstalarse como presidente de los hondureños lo más pronto posible, pero la experiencia a mí me dice que en esto hay que ser un poco paciente", comentó Arias.
También Estados Unidos pidió a Zelaya dar un compás de espera.
"Pedimos a todas las partes, particularmente al presidente Zelaya y al régimen de facto, trabajar juntos y alcanzar una solución pacífica que restaure el orden democrático", expresó en Washington el vocero del Departamento de Estado, Ian Kelly.
A su llegada a Guatemala, el mandatario derrocado advirtió que este país debe mirarse "en el espejo de lo que está pasando en Honduras... (Donde) los militares, a través de títeres civiles, interrumpieron el proceso democrático".

Antes de la capital guatemalteca, Zelaya estuvo en Estados Unidos, República Dominicana y Nicaragua, en busca de apoyos.
En San José, Arias, reconoció que el sábado verán "si podemos avanzar, tratar de continuar la agenda de la última cita".
El viernes anterior ambas comisiones abandonaron la capital costarricense sin alcanzar acuerdos concretos.
Según el mandatario venezolano Hugo Chávez, Guatemala podría ser el siguiente país centroamericano en sufrir un golpe de Estado, provocando que las fuerzas armadas guatemaltecas desmintieran la intención de dar un golpe a Colom.

Zelaya fue depuesto el 28 de junio, cuando un grupo de militares ingresó a su casa, lo subió a un avión y lo dejó en Costa Rica. Desde entonces ha sostenido diversas reuniones con gobernantes de otros países para buscar respaldo para su restitución.

Fidel Castro dice que Zelaya fue presionado en Washington para negociar un "humillante perdón"


La Habana, (EFE).- El líder cubano Fidel Castro afirmó que en Washington presionaron al depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, para que negociara un "humillante perdón" por las ilegalidades que le atribuyen, y que ese país está "ocupado por las fuerzas armadas de Estados Unidos".
En un artículo titulado "Muere el golpe o mueren las constituciones", Castro asegura que mientras el mandatario estadounidense, Barack Obama, declaraba que el único presidente constitucional de Honduras es Zelaya, "en Washington la extrema derecha y los halcones maniobraban para que éste negociara el humillante perdón".

"Era obvio que tal acto significaría ante los suyos y ante el mundo su desaparición de la escena política", advierte a Zelaya la nueva columna de la serie "Reflexiones", divulgada por medios oficiales cubanos.
"No sería comprensible que Zelaya admita ahora maniobras dilatorias que desgastarían las considerables fuerzas sociales que lo apoyan", comenta Castro sobre el diálogo en Costa Rica de enviados de los dos bandos hondureños, descalificado también por el gobernante venezolano, Hugo Chávez.
El ex presidente de 82 años, que no aparece en público por enfermedad desde 2006, sostiene que "Honduras es hoy no solo un país ocupado por los golpistas, sino además un país ocupado por las fuerzas armadas de Estados Unidos".

Según él, la base militar de Soto Cano o Palmerola, a 100 kilómetros de Tegucigalpa, la utilizó el coronel norteamericano Oliver North "cuando dirigió la guerra sucia contra Nicaragua", y Washington dirigió desde allí "ataques contra los revolucionarios salvadoreños y guatemaltecos".
"Allí se encuentra la 'Fuerza de Tarea Conjunta Bravo' de Estados Unidos, compuesta por elementos de las tres armas, que ocupa el 85 por ciento del área de la base", añade.

"Soto Cano es igualmente sede de la Academia de la Aviación de Honduras. Parte de los componentes de la fuerza de tarea militar de Estados Unidos está integrada por soldados hondureños. ¿Cuál es el objetivo de la base militar, los aviones, los helicópteros y la fuerza de tarea de EEUU en Honduras?", pregunta Castro.
Y responde: "Sin duda que sirve únicamente para emplearla en Centroamérica. La lucha contra el narcotráfico no requiere de esas armas".
Advierte Castro que si Zelaya no vuelve a su cargo, "una ola de golpes de Estado amenaza con barrer a muchos gobiernos de América Latina, o quedarán éstos a merced de los militares de extrema derecha, educados en la doctrina de seguridad de la Escuela de las Américas".

"La autoridad de muchos gobiernos civiles en Centro y Suramérica quedaría debilitada -prosigue-. No están muy distantes aquellos tiempos tenebrosos. Los militares golpistas ni siquiera le prestarían atención a la administración civil de Estados Unidos. Puede ser muy negativo para un presidente que, como Barack Obama, desea mejorar la imagen de ese país".
Pero "el Pentágono obedece formalmente al poder civil. Todavía las legiones, como en Roma, no han asumido el mando del imperio", asegura la "Reflexión" del líder cubano.
Según Castro, Zelaya sabe que se juega "no solo la Constitución de Honduras, sino también el derecho de los pueblos de América Latina a elegir a sus gobernantes".