Cachurecos |
La Ceiba. Nuevamente el pueblo nacionalista de Honduras está siendo burlado por las autoridades que eligieron, pues se repite la historia “de los azules” de llegar al poder y no contratar a sus correligionarios en los cuales solo se apoyan para ganar elecciones pero al distribuir los contratos nunca se acuerdan de darles participación en el gobierno a ellos. Es una verdadera lastima esos intereses tan tacaños que manifiestan los de la cúpula del partido nacional de honduras.
Se trata de una estrategia maquiavélica que consiste en no contratar a los que los ayudaron a ganar las elecciones y solo concentran el poder en manos de las familias y amistades de los candidatos para con esto favorecer económicamente a pocos, convirtiendo las empresas del estado en empresas familiares y desmoralizar a la inmensa mayoría que compone a un partido político para solo favorecer la riqueza y prosperidad de pocas familias del feudalismo del partido nacional de Honduras.
Estas prácticas egoístas debilitan económicamente y ahuyentan a las bases y no tendrán oposición en futuras contiendas electorales, lo que vuelve a repetir los rostros de los mismos candidatos a cargos de elección popular haciendo uso de un discurso de antigüedad en su membresía y participación en el partido y por eso dicen que siguen teniendo más derechos que aquellos a los cuales han oprimido y quieren seguir dominando por que así se los han permitido y al no encontrar una firme resistencia consolidan nichos corruptos en el poder de la nación.
El fin es desmoralizar a las bases de un partido para que no sean oposición en futuras contiendas –la democracia es solo una palabra muy utilizada para dominar en los que todavía creen en ella-.
Porfirio Lobo ha demostrado ser un mal agradecido, candil de la calle y oscuridad de su casa que por un lado se llena la boca en decir que unirá al país pero demuestra estar desuniendo al partido que lo llevó a gobernar y esto lo convierte en un peligro para lograr la paz y la seguridad de la nación.